Innovación en el desierto: Huertos verticales en Atacama
En colaboración con el hotel sostenible Atacama Loft & Glamp, Wefarm ha instalado un huerto industrial capaz de producir continuamente más de 20 especies de hortalizas y hierbas, incluyendo lechugas, rúcula, kale, acelgas, albahaca y cilantro. Estos productos, libres de pesticidas y enriquecidos con nutrientes, se utilizan directamente en la gastronomía del hotel, asegurando un suministro local y fresco.
Ana María Arrau, CEO de Wefarm, destaca: "Identificamos una necesidad real en el abastecimiento de verduras locales. Con este proyecto, estamos solucionando esa brecha al producir hojas verdes sembradas y cosechadas directamente en la región, reduciendo significativamente el impacto ambiental".
Tecnología eficiente y compromiso educativo
Los huertos verticales de Wefarm maximizan la eficiencia en el uso de recursos como agua y energía, permitiendo ahorros de hasta un 95% de agua en comparación con la agricultura tradicional. Además, su tecnología garantiza la producción durante todo el año, sin depender de las condiciones climáticas extremas del desierto. La startup también se enfoca en la educación, colaborando con el Liceo Bicentenario Agropecuario Likan Antai para capacitar a estudiantes en prácticas sobre esta innovadora tecnología.
Jenny Zepeda, líder de programa de la Fundación Minera Escondida, entidad que impulsa AntofaEmprende, señala: "A través de Wefarm, estamos contribuyendo a una agricultura más sostenible y fortaleciendo la vinculación con las comunidades".
Proyecciones futuras: Expansión a nuevas regiones
Mirando hacia el futuro, Wefarm planea expandirse a municipios y comunidades locales, facilitando el acceso a una producción sostenible de vegetales frescos mediante huertos hidropónicos de alta tecnología. La startup ya evalúa operar en zonas extremas de Chile, como la Antártica, Isla de Pascua y Punta Arenas, donde el acceso a hortalizas frescas es limitado.
"Chile, con su diversidad climática, es el laboratorio perfecto para validar esta tecnología. Nuestro objetivo es escalar nuestra solución a hoteles, restaurantes, hospitales y colegios, mejorando la calidad alimentaria en regiones con climas complejos", concluye Arrau.
En colaboración con el hotel sostenible Atacama Loft & Glamp, Wefarm ha instalado un huerto industrial capaz de producir continuamente más de 20 especies de hortalizas y hierbas, incluyendo lechugas, rúcula, kale, acelgas, albahaca y cilantro. Estos productos, libres de pesticidas y enriquecidos con nutrientes, se utilizan directamente en la gastronomía del hotel, asegurando un suministro local y fresco.
Ana María Arrau, CEO de Wefarm, destaca: "Identificamos una necesidad real en el abastecimiento de verduras locales. Con este proyecto, estamos solucionando esa brecha al producir hojas verdes sembradas y cosechadas directamente en la región, reduciendo significativamente el impacto ambiental".
Tecnología eficiente y compromiso educativo
Los huertos verticales de Wefarm maximizan la eficiencia en el uso de recursos como agua y energía, permitiendo ahorros de hasta un 95% de agua en comparación con la agricultura tradicional. Además, su tecnología garantiza la producción durante todo el año, sin depender de las condiciones climáticas extremas del desierto. La startup también se enfoca en la educación, colaborando con el Liceo Bicentenario Agropecuario Likan Antai para capacitar a estudiantes en prácticas sobre esta innovadora tecnología.
Jenny Zepeda, líder de programa de la Fundación Minera Escondida, entidad que impulsa AntofaEmprende, señala: "A través de Wefarm, estamos contribuyendo a una agricultura más sostenible y fortaleciendo la vinculación con las comunidades".
Proyecciones futuras: Expansión a nuevas regiones
Mirando hacia el futuro, Wefarm planea expandirse a municipios y comunidades locales, facilitando el acceso a una producción sostenible de vegetales frescos mediante huertos hidropónicos de alta tecnología. La startup ya evalúa operar en zonas extremas de Chile, como la Antártica, Isla de Pascua y Punta Arenas, donde el acceso a hortalizas frescas es limitado.
"Chile, con su diversidad climática, es el laboratorio perfecto para validar esta tecnología. Nuestro objetivo es escalar nuestra solución a hoteles, restaurantes, hospitales y colegios, mejorando la calidad alimentaria en regiones con climas complejos", concluye Arrau.