Psilocibina y biotecnología: La propuesta de Eywa
Tradicionalmente, la extracción de psilocibina a partir de hongos o su síntesis química resulta costosa y poco sostenible. Eywa Biotech apuesta por la biología sintética para desarrollar este compuesto con calidad farmacéutica, garantizando eficiencia, reducción de costos y sostenibilidad. "Nuestra visión es clara: garantizar que cualquier persona que necesite un tratamiento innovador para su salud mental pueda acceder a él con la seguridad y consistencia de un medicamento farmacéutico", afirma Rodríguez. Con un modelo de negocio B2B, Eywa proveerá Ingredientes Farmacéuticos Activos (APIs) a farmacéuticas e instituciones de investigación en mercados regulados como Canadá y Australia, donde la psilocibina ya está aprobada para tratar la depresión resistente. "Queremos acelerar ensayos clínicos y facilitar la aprobación de terapias innovadoras", destaca Costa Paz.
Crecimiento y proyecciones futuras
Recientemente, la startup cerró una ronda pre-seed de US$810 mil con fondos como GridX y The Ganesha Lab, y próximamente buscará levantar una ronda Seed de US$4 millones. "El capital se destinará a escalar producción, regulación y propiedad intelectual, y expansión global", detalla Rodríguez. Actualmente, Eywa está escalando la producción de psilocibina GMP y desarrollando otros compuestos como DMT y 5-MeO-DMT. Además, cuenta con cinco cartas de intención (LOIs) con actores clave de América Latina, Norteamérica y Oceanía. "El último año fue clave: completamos nuestro MVP y nos posicionamos como la primera empresa en América Latina dedicada a la producción de APIs psicodélicos con calidad farmacéutica", explica Rodríguez.
El sector de los psicodélicos está en plena expansión, con regulaciones en países como Australia y Canadá que permiten nuevas oportunidades para la industria. "Este cambio genera una ventana de oportunidad única para que Eywa crezca y acelere tratamientos efectivos para millones de pacientes", asegura Costa. Para 2025, la empresa busca escalar la producción a nivel piloto y avanzar en procesos regulatorios con entidades como ANVISA en Brasil. "Queremos consolidar nuestra producción industrial y ampliar el pipeline con nuevos compuestos para enfermedades neurodegenerativas y dolor crónico", concluye Costa Paz.